El riego es imprescindible y una actividad fundamental para mantener sanos los productos de nuestra huerta. Por ello el tratamiento de agua para riego es un tema a tener en cuenta. Se debe planificar de manera adecuada para que la tierra se mantenga siempre en óptimas condiciones.
Un problema habitual que puede sufrir la planta es la lluvia escasa o falta de la misma. Cuando esto ocurre, la planta sufre y si da fruto, este será menor o es posible que no de. Pero como bien es sabido, los extremos siempre son malos, ya que si regamos el huerto de forma excesiva es muy probable que las plantas lleguen a pudrirse. Ambas situaciones son caras opuestas y dan mayor importancia al tratamiento de agua para riego.
No todas las plantas tienen las mismas necesidades en cuanto a agua se refiere, por ello veamos las necesidades de las plantas más habituales en el huerto:
- El ajo, las hierbas denominadas aromáticas, cebolla o garbanzos entre otros son plantas que no necesitan apenas agua, por ello en este caso el riego debe ser minúsculo.
- Guisantes, tomates, nabos o los pepinos son plantas que se cultivan cómodamente en la huerta, pero que requieren un riego medio.
- Otras plantas que podemos tener son las acelgas, apio, coles, puerros... Sí, todas esas plantas que no cuentan con la simpatía de muchos. En este caso, requieren riegos muy abundantes.
Recuerda que el riego no se realiza siempre a las mismas horas y deberás distinguir entre los periodos de verano e invierno. En el periodo estival procura regar cuando el sol se este ocultando, mientras que en invierno no te retrases demasiado y lo dejes para la noche, ya que las plantas podrían helarse.
Finalmente, recuerda pedrinos consejo y ayuda a los profesionales del sector. En SOB Distribuidores estaremos encantados de resolver tus dudas.